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septiembre -octubre 2000  num 20

extracto de la novela Últimas noticias del paraíso

ENTREVISTA CON CLARA SÁNCHEZ

Clara Sánchezpor Marcia Morgado

Clara Sánchez, ganadora del Premio Alfaguara 2000 por su novela Últimas noticias del paraíso, se hallaba inmersa en la gira promocional de su obra por América Latina y algunas ciudades norteamericanas cuando accedió a esta entrevista con Barcelona Review. Nos encontramos con ella en la ciudad más latinoamericana de los Estados Unidos: Miami, Florida.

 

 

Barcelona Review: ¿Cómo te sientes en Miami?
Clara Sánchez: Pues la verdad es que estoy entusiasmada. Es una ciudad que me encanta, me siento muy cómoda, me resulta muy familiar; no sé por qué... Digamos que en esta ciudad estoy mirando un poco el escenario de mi novela, que habrás visto es una urbanización, en las afueras de Madrid, una gran ciudad. Aquí están todos los elementos que uso: el gran centro comercial, el polideportivo, los cines... En España han comenzado a proliferar este tipo de espacios que son un poco exportados de aquí, de Norteamérica.

BR: ¿Es ésta tu novela más urbana?
CS: Casi todas mis novelas son urbanas pero ésta es quizás la más peculiarmente urbana. Por tener este tipo de espacios, es una mezcla de campo y de ciudad. Lo que es bastante reciente en el urbanismo español. Es una novela que tardé en escribir alrededor de dos años. Yo buscaba un espacio poético, a través del cual contar la incertidumbre contemporánea. Y ese espacio poético se dibujó en forma de espacio residencial, que digamos que es lo más actual y puede ser la metáfora, la representación de la forma de vida actual.

BR: ¿Cuánto de ti, cuánto personal hay en esta historia?
CS: Pues hay muchísimo, a pesar de que la historia está contada por un chico. Esto ha despertado muchas interrogantes, se me ha preguntado mucho por qué es un hombre y no una mujer quien cuenta la historia... pero este chico tiene de mí algo fundamental, y es la sensación que me ha acompañado durante toda mi vida, la sensación de ser una mezcla de superviviente y de héroe. Este chico es una persona corriente, normal, no es muy activo, es más bien pasivo... pero al mismo tiempo es un poco héroe pues cree en los sueños, en la suerte, y piensa que es posible alcanzar ciertas metas, realizar ciertos deseos, tal y como me ha pasado a mí.

BR: ¿Escogiste a un hombre porque te permitía alejarte más de ti como individuo?
CS: Sí... precisamente por eso... la mirada de este chico me servía de filtro para contar, para recuperar todo ese mundo que él está contando, como visto por primera vez. Me permitía despojarme de mis prejuicios, de mi experiencia, de toda mi madurez, y era como ver el mundo con naturalidad; es lo que me aportaba la mirada de este chico: naturalidad. Porque él está ahí viendo todo lo que vive con cierta ironía, con cierta ternura, con un punto de desolación, que me parece que es algo muy de nuestro tiempo, esa mirada sobre el mundo. Pero con naturalidad, sin prejuicios, porque él no ha tenido una vida anterior, siempre ha vivido en el mismo lugar, rodeado de las mismas personas... y entonces todo eso lo recoge con cierta perplejidad, con cierta incertidumbre pero sin juzgar y sin valorar, que es lo que yo quería en esta novela. Si yo me hubiese involucrado más como narradora, entonces hubiese estado juzgando, valorando, que es lo que yo no quería.

BR: ¿Ves tu historia como la de alguien que ha sobrevivido, que ha realizado ciertos sueños?
CS: Mi historia personal la veo bastante normal, es una cuestión de atreverse un poco en la vida, tener conciencia de que nada te va a ser regalado, no ser una completa ingenua, saber que uno se puede atrever a soñar, tener aspiraciones: hacer de la vida algo poético; pero que todo eso cuesta mucho esfuerzo, que necesitas entregarte mucho y que vas a sufrir muchísimas decepciones. Pero aun así te atreves un poco porque hay que atreverse a vivir, no hay que dejar que la vida pase sin más. Yo creo que ésa es una posición bastante corriente, lo que pasa es que quizás hay algunos que corran menos riesgos, que se atreven menos a ser algo soñadores.

BR: ¿Son más atrevidas las mujeres que los hombres españoles?
CS: Yo creo que ahora mismo sí...

BR: ¿En que consiste ese atrevimiento?
CS: Nos estamos atreviendo a romper con ciertos moldes sociales, a dar un paso más adelante. Yo he sido profesora hasta ahora, y he estado rodeada de chicos y chicas; en general encuentro a las mujeres más interesadas en aprender. La mujer al menos es consciente de que la vida es un aprendizaje. Mis alumnas querían aprender de todo, mientras que los hombres iban a piñón fijo: tienen como un objetivo final e iban hacia ese objetivo final. Y todo los que desviara, se relegaba. Sin embargo las mujeres no, si encontraban cosas interesantes por el camino, se detenían y las experimentaban. Hay más entrega en las mujeres, el hombre se entrega menos. Esa es mi impresión personal, que quizás no tenga nada que ver con la realidad.

BR: ¿Cuánto tiempo enseñaste?
CS: Pues he enseñado mucho tiempo. Como diecisiete años o así...

BR: Y has dejado de enseñar...
CS: Ahora sí, aunque me gustaría volver porque me encanta el contacto con la gente: poder trasladar lo que sé me entusiasma. Lo que pasa es que no puedo; en cuanto recibí el premio, me vi envuelta en muchísimos compromisos. Tantísimo trabajo, no lo podía atender todo...

BR: ¿Estabas lista para tanta notoriedad?
CS: Bueno, casi, ten en cuenta que tengo seis novelas publicadas... Algunas gentes me han preguntado: ¿esto cambia tu vida? No. Podrá modificar mi vida un poco en el sentido de más trabajo, más viajes, más salir de casa, pero no cambiarla.

BR: ¿Cuándo supiste que tenías una posible novela ganadora?
CS: Los premios no me han llamado nunca mucho la atención. Pero el Alfaguara me parecía impresionante: un premio que me atraía muchísimo, porque tiene mucho prestigio. Es eminentemente literario. Y cuando terminé la novela, pensé, ésta puede ser la novela... Y entonces la envié. Claro, desde que mandas el manuscrito a que dan el premio, te pasan muchas cosas por la cabeza y yo pensaba que no me lo iban a dar. Aunque no era nada que me traumatizase, lo importante es que tenía una novela, que estaba muy conforme con ella, si no me lo daban, pues la publicaría de otra manera, y ya está. Pero ha sucedido que me lo han dado y ha sido algo francamente estupendo.

BR: ¿He escuchado que hay planes de llevar tu novela al cine?
CS: Pues verás... antes de emprender esta gira, me llamó un director joven español, quería que escribiera el guión con él. Lo disuadí un poco porque creo que mis novelas parecen un poco cinematográficas, pero pueden ser más difíciles de lo que parecen. Él insistía, así que ya veremos que hago a la vuelta de este viaje.

BR: ¿Qué países te quedan por visitar en la gira?
CS: Me queda por visitar Puerto Rico, República Dominicana, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y México...

BR: ¿Primera vez que vas a estos países?
CS: Ya había ido alguno de ellos.

BR: ¿Qué ha significado para ti este viaje, cómo lo definirías?
CS: Una visión impresionante, ha sido algo muy intenso; con mucho trabajo porque hay que atender a los medios en cada país. Pero estoy muy contenta.

BR: Hay autores que necesitan tener el tono antes de comenzar a escribir una novela, o un relato; otros necesitan tener el principio o el fin, ¿qué precisas tu?
CS: El tono... yo sin el tono no puedo hacer nada. El tono es como el cause de un río. Todo lo que cae dentro del tono vale, todo lo que sale fuera del tono, no sirve. Eso en cuanto a personajes, a texto, acontecimientos, a tratamiento de la prosa... el estilo sobre todo. Y te diré que espero que eso cambie pero hasta ahora me ha pasado con todas las novelas: necesito escribir como cien folios para encontrar el tono. Y esos cien folios los rompo. Empiezo a escribir la historia pero comprendo que va mal, que no tiene brío; entonces hay un momento en que, de pronto, ya tengo el tono: que lo va a hilar todo. O sea es como el aceite en el que se fríen los huevos, es decir lo que necesitas para que todo tenga unidad, para que tenga pálpito, para que haya vida en la novela. En cuanto tengo eso, me pongo muy contenta porque sé que ya; porque el tono es selectivo y te va diciendo que es lo que vale y lo que no vale. Luego hay que corregir, pero ya tienes novela.

BR: ¿Cuán tolerante eres, cuán liberal para el desarrollo de tus personajes, o sea, crecen esos personajes por cuenta propia o tú los defines de una forma rígida?
CS: Yo no los defino de una forma rígida porque mis personajes están trazados como conciencias, el mundo pasa a través de ellas. Entonces no son personajes descritos de pies a cabeza, sino que por la forma del personaje, por la forma que tiene de ver el mundo, por su sensibilidad tu conoces el personaje, pero tal vez no tengas una representación física de ese personaje. Nada más que unos cuantos trazos. Esa es mi forma de construir el personaje, lo que no quiere decir que el personaje se me descontrole para nada, porque los personajes no tienen vida propia, la vida se la das tú. Tú eres la escritora y tienes la novela agarrada por los cuernos.

BR: ¿Estás tomando notas para alguna otra novela?
CS: Yo siempre me he maravillado de los escritores que dicen que están tomando notas. Yo me dejo empapar por la vida, por el momento; eso sí, jamás me aburro, porque sé que aun en los momentos más aburridos, estoy haciendo algo...

BR: ...tomando notas...
CS: (Risas) Sí, tomando notas: estoy viendo algo, sintiendo algo que más adelante voy a usar en una novela.

BR: O sea, lo que guardas es la sensación.
CS: Sí, yo trabajo mucho con las sensaciones, basado en sensaciones. Vivo mucho el instante y luego de alguna manera, sale. Y luego cuando sale sí que echo de menos no haber tomado notas. Pero es que no puedo ir tomando notas de toda la vida, constantemente.

BR: ¿Estás contenta con la vida?
CS: Yo le estoy muy agradecida a la vida, aunque a veces no esté contenta. Uno es ambicioso y nunca esta satisfecho. Uno siempre esta descontento, es algo consustancial a la naturaleza humana. Pero le estoy my agradecida a la vida, creo que me ha dado cosas maravillosas. Sobre todo le agradezco que me mantenga en buenas condiciones físicas y mentales, que me permiten escribir. Porque mi vida es eso.

© 2000 The Barcelona Review
foto: Carrusan
extracto de la novela Últimas noticias del paraíso
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