Juan Abreu
(La Habana, 1952).
Escritor, periodista y artista
plástico. Ha publicado Habanera fue, (Muchnik Editores, 1998), A la sombra del
mar. Jornadas cubanas con Reinaldo Arenas, (Editorial Casiopea, 1998), el Libro
de las exhortaciones al amor (Playor, 1985). Es coautor de Rafts, (Loma, 1995)
y compiló la antología Cuentos desde Miami, (Editorial Casiopea, proyectado
primavera 1999). Es columnista de Diario las Américas desde 1990. Su obra
plástica forma parte de las colecciones de instituciones públicas e importantes museos
norteamericanos. Vive y trabaja entre Estados Unidos y Barcelona. |
con Juan AbreuBR:
Me gustaría que comentara algo sobre Umbral, su cuento que
aparece en este número de Barcelona Review.
JA: Es un cuento extraño, cuyo significado, si tiene alguno, se me
escapa. Por eso me gusta. Trata, me parece, de describir una sensación que experimenté
en cierta ocasión; mientras colgaba la piñata para la fiesta de cumpleaños de mi hija.
Me hallaba en un parque, junto a la bahía de Biscayne. Era muy temprano y la mañana
llegando y el bosque y el mar cercano comenzaron a supurar algo que me conmocionó. Por
supuesto que no sé qué y, de inicio sabía que resultaría imposible describirlo. Pero
ya se sabe que la literatura jamás consigue nada. Sólo son mejores o peores intentos.
Umbral es parte de un libro de relatos titulado Miamenses,
porque todos tienen lugar en Miami, y también por hacer un humildísimo guiño desde mi
insignificancia, a un maestro de la literatura contemporánea.
BR: Habanera fue, escrito
por usted y sus dos hermanos Nicolás y José, que acaba de publicar Muchnick
Editores aquí en Barcelona, es un libro curioso. En primer lugar porque no recuerdo otro
libro escrito por tres escritores que sean hermanos.Y además porque aborda un tema común
a los tres autores, y el resultado se lee como una novela...
JA: Sí, es un libro curioso. Nace de una tragedia: la muerte de nuestra
madre en un accidente de tráfico.Meses después del hecho, nos reunimos y decidimos que
lo único que podíamos hacer contra la muerte era escribir un libro sobre nuestra
madre desaparecida. Nos impusimos dos condiciones; la primera que no fuera una apología,
y la otra que, a pesar de la evidente carga biográfica, el resultado pudiera catalogarse
como ficción. Creo que cumplimos. |
BR: En Accidente, su relato
en Habanera... me parece percibir, más allá de la anécdota, una metáfora del
artista como Dios...
JA: Sí, podría interpretarse de esa forma. Una metáfora del artista
como Dios que se enfrenta al desorden de Dios, es decir al Caos; y al siempre represivo
Orden social. Gabriel, el personaje de "Accidente" no sólo renuncia y
desafía a Dios cuando destruye sus obras, además Es Dios. Gabriel es el Arcángel
que vence al Dragón, pero también es el Dragón. Ejecuta su devastador trabajo en seis
días, y el séptimo descansa. Inaugura un Universo de carne macerada y sangre, pero no
tiene odio; lo hace en nombre de su rebelión contra el absurdo; pero ¿qué es esa
rebelión sino una búsqueda de armonía, una forma de amor? En fin, creación. Y no
olvidemos que su víctima no es más que un vehículo para la verdadera creación, su
Obra, que jamás hubiera sido posible sin el martirio de ambos. Están unidos, son la
misma persona: son la misma Humanidad condenada que se rebela. Los papeles carecen de
importancia: el verdugo podría haber sido la víctima, o al revés. Ambos cumplen un
destino cuyo propósito es vencer la muerte. En el fondo oscuro y turbio del alma, de los
destinos humanos, víctima y victimario son compañeros de viaje que remontan sus
efímeras trayectorias. Gabriel no se pone guantes para torturar a su víctima, quiere
sentirla porque se está buscando a sí mismo, porque comprende que son la misma carne
traicionada. Siente...esa hermandad.
BR: ¿En qué trabaja
actualmente?
JA: Concluyo la segunda novela de una trilogía que transcurre en el
futuro. No son novelas de ciencia ficción. Simplemente tienen lugar en el futuro.
Conforman una visión bastante pesimista de lo que viene. De hacia dónde va la humanidad.
La muerte del arte tal y como lo conocemos... el advenimiento del reino del
entretenimiento. Así es cómo lo veo: una nueva sociedad esclavista en la que los
esclavos serán felices de ser esclavos. Ni siquiera sabrán que son esclavos.
También ultimo o el a mi, un libro de poesía; y tomo
notas para una novela policiaca, y escribo una especie de diario de mis experiencias en el
gimnasio, y otra novela que vive en mi cabeza desde hace meses. Tengo muchos proyectos,
como ve.
© 1999 The Barcelona Review
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