La selección de poemas que ofrecemos a continuación ha sido preparada por la autora para el presente número de The Barcelona Review. Lea la entrevista a la autora en este mismo número.
Vía crucis
Cuando entro
y estás poco iluminada
como una iglesia en penumbra
Me das un cirio para que lo encienda
en la nave central
Me pides limosna
Yo recuerdo las tareas de los santos
Te tiendo la mano
me mojo en la pila bautismal
tú me hablas de alegorías
del Vía Crucis
que he iniciado
-las piernas, primera estación-
me apenas con los brazos en cruz
al fin adentro
empieza la peregrinación
muy abajo estoy orando
nombro tus dolores
el dolor que tuviste al ser parida
el dolor de tus seis años
el dolor de tus diecisiete
el dolor de tu iniciación
muy por lo bajo te murmuro
entre las piernas
la más secreta de las oraciones
Tú me recompensas con una tibia lluvia de tus entrañas
y una vez que he terminado el rezo
cierras las piernas
bajas la cabeza
cuando entro en la iglesia
en el templo
en la custodia
y tú me bañas.
Evohé (1971)
XII
No fue nuestra culpa si nacimos en tiempos de penuria.
Tiempos de echarse al mar y navegar.
Zarpar en barcos y remolinos
huir de guerras y tiranos
al péndulo
a la oscilación del mar.
El que llevaba la carta se refugió primero.
Carta mojada, amanecía.
Por algún lado veíamos venir el mar.
Descripción de un naufragio (1974)
Manual del marinero
Llevados varios días de navegación
y por no tener nada que hacer
estando la mar en calma
los recuerdos vigilantes
por no poder dormir,
por llevarte en la memoria
por no poder olvidar la forma de tus pies
el suave movimiento de ancas a estribor
tus sueños iodados
peces voladores
por no perderte en la casa del mar
me puse a hacer
un manual del marinero,
para que todos supieran cómo amarte, en caso de naufragio,
para que todos supieran cómo navegar
en caso de maniobras
y por si acaso
hacer señales
llamar con la o que es roja y amarilla
llamarte con la i
que tiene un círculo negro como un pozo
llamarte desde el rectángulo azul de la ese
suplicarte con el rombo de la efe
o los triángulos de la zeta,
tan ardientes como el follaje de tu pubis.
Llamarte con la i
hacer señales
alzar la mano izquierda con la bandera de la ele,
subir ambos brazos para dibujar
-en el relente nocturno-
las dulzuras lúgubres de la u.
Descripción de un naufragio (1974)
Navegación
Como después de las grandes tormentas
un mar
que es sólo una parte del mar
rumoroso retrocede
y busca en las islas de tierras blancas
y en las huidizas colonias de cetáceos
los lechos abandonados en la fuga,
en la estación de los sueños
yo abandono el lecho de tus manos
para volver,
llena de carcasas y maderas,
de piedras // de metales
y del olor antiguo de otras ciudades.
Navegar es necesario,
vivir no.
Lingüística general (1979)
Ca Foscari
Te amo como mi semejante
mi igual mi parecida
de esclava a esclava
parejas en subversión
al orden domesticado
Te amo esta y otras noches
con las señas de identidad cambiadas
como alegremente cambiamos nuestras ropas
y tu vestido es el mío
y mis sandalias son las tuyas
Como mi seno
es tu seno
y tus antepasadas son las mías.
Hacemos el amor incestuosamente
escandalizando a los peces
y a los buenos ciudadanos de este
y de todos los partidos
A la mañana, en el desayuno,
cuando las cosas lentamente vayan despertando
te llamaré por mi nombre
y tú contestarás
alegre,
mi igual, mi semejante.
Lingüística general (1979)
XXI
Y vino un periodista de no sé dónde
a preguntarnos qué era para nosotros el exilio.
no sé de dónde era el periodista,
pero igual lo dejé pasar
El cuarto estaba húmedo estaba frío
hacía dos días que no comíamos bocado
sólo agua y pan
las cartas traían malas noticias del Otro Lado
“¿Qué es el exilio para usted?” me dijo
y me invitó con un cigarrillo
No contesto las cartas para no comprometer a mis parientes,
“A Pedro le reventaron los dos ojos
antes de matarlo a golpes, antes,
sólo un poco antes”
“Me gustaría que me dijera qué es el exilio para usted”
“A Alicia la violaron cinco veces
y luego se la dejaron a los perros”
Bien entrenados,
los perros de los militares
fuertes animales
comen todos los días
fornican todos los días,
con bellas muchachas con bellas mujeres,
la culpa no la tiene el perro,
sabeusté,
perros fuertes,
los perros de los militares,
comen todos los días,
no les falta una mujer para fornicar
“¿Qué es el exilio para usted?”
Seguramente por el artículo le van a dar dinero,
nosotros hace días que no comemos
“La moral es alta, compañero, la moral está intacta”
rotos los dedos, la moral está alta, compañero,
violada la mujer, la moral sigue alta, compañero,
desaparecida la hermana, la moral está alta, compañero,
hace dos días que sólo comemos moral,
de la alta, compañero,
“Dígame qué es el exilio, para usted”
El exilio es comer moral, compañero.
Estado de exilio (2003)
Última entrevista
La última entrevista fue triste.
Yo esperaba una decisión imposible:
que me siguieras a una ciudad extraña
donde sólo se había perdido un submarino alemán
y tú esperabas que no te lo propusiera.
Con el vértigo de los suicidas
te dije: « Ven conmigo» sabiéndolo imposible
y tú -sabiéndolo imposible- respondiste:
«Nada se me perdió allí» y diste la conversación
por concluida. Me puse de pie
como quien cierra un libro
aunque sabía -lo supe siempre-
que ahora empezaba otro capítulo.
Iba a soñar contigo -en una ciudad extraña-,
donde sólo un viejo submarino alemán
se perdió.
Iba a escribirte cartas que no te enviaría
y tú, ibas a esperar mi regreso
-Penélope infiel- con ambigüedad,
sabiendo que mis cortos regresos
no serían definitivos. No soy Ulises. No conocí
Itaca. Todo lo que he perdido
lo perdí a sabiendas
y lo que no gané
fue por pereza. La última entrevista
fue un poco triste.
Inmovilidad de los barcos (1997)
Distancia justa
En el amor, y en el boxeo
todo es cuestión de distancia
Si te acercas demasiado me excito
me asusto
me obnubilo digo tonterías
me echo a temblar
pero si estás lejos
sufro entristezco
me desvelo
y escribo poemas.
Otra vez Eros (1994)
Genealogía
Dulces antepasadas mías
ahogadas en el mar
o suicidadas en jardines imaginarios
encerradas en castillos de muros lilas
y arrogantes
espléndidas en su desfío
a la biología elemental
que hace de una mujer una paridora
antes de ser en realidad una mujer
soberbias en su soledad
y en el pequeño escándalo de sus vidas
Tienen lugar en el herbolario
junto a ejemplares raros
de diversa nervadura.
Otra vez Eros (1994)
La extranjera
Contra su bautismo natal
el nombre secreto con que la llamo: Babel.
Contra el vientre que la disparó confusamente
La cuenca de mi mano que la encierra.
Contra el desamparo de sus ojos primarios
la doble visión de mi mirada donde se refleja.
Contra su altiva desnudez
los homenajes sacros
la ofrenda del pan
del vino y del beso.
Contra la obstinación de su silencio
un discurso largo y lento
salmodia salina
cueva hospitalaria
signos en la página,
identidad.
Babel bárbara (1991)
Historia de un amor
Para que yo pudiera amarte
los españoles tuvieron que conquistar América
y mis abuelos
huir de Génova en un barco de carga.
Para que yo pudiera amarte
Marx tuvo que escribir El capital
y Neruda la Oda a Leningrado.
Para que yo pudiera amarte
en España hubo una guerra civil
y Lorca murió asesinado
después de haber viajado a Nueva York.
Para que yo pudiera amarte
Virginia Woolf tuvo que escribir Orlando
y Charles Darwin
viajar al Río de la Plata.
Para que yo pudiera amarte
Catulo se enamoró de Lesbia
y Romeo, de Julieta,
Ingrid Bergman filmó Stromboli
y Pasolini, Los cien días de Saló.
Para que yo pudiera amarte,
Lluís Llach tuvo que cantar El segadors
Y Milva, los poemas de Bertolt Brecht.
Para que yo pudiera amarte
alguien tuvo que plantar un cerezo
en la tapia de tu casa
y Garibaldi pelear en Montevideo.
Para que yo pudiera amarte
las crisálidas se hicieron mariposas
y los generales tomaron el poder.
Para que yo pudiera amarte
tuve que huir en barco de la ciudad donde nací
y tú combatir a Franco.
Para que nos amáramos, al fin,
ocurrieron todas las cosas de este mundo
y desde que no nos amamos
sólo existe un gran desorden.
Aquella noche (1996)
Lectura del diccionario
De pequeña, creía que el diccionario
era un arca inmensa y de papel
donde se guardaban todos los objetos
de este mundo
a escala reducida
Y rebuscando, podía encontrar
el arcón en el fondo de la A
la báscula en la B
la moneda en la M
Ahora
en los días melancólicos
de tu ausencia
busco en el diccionario
no ya los objetos
que nos pertenecieron
(el faro de Eduardo Sanz
la entrada de cine con vale para una almuerzo
en Pans & Company
los vasos de vidrio tallado que compraste en
la última tienda de vidrio soplado, calle Valencia
de Barcelona)
sino el nombre del perfil
que dibuja la lluvia en mi ventana
(lluvia de abril, lluvia de mayo)
garduño, mamífero carnicero
de cabeza pequeña que busca
alimento durante la noche
en las crías de otros animales
origen incierto de la palabra garete
nuestro amor se fue al
origen incierto o
desconcierto:
quiere decir que aquella partitura
ya es en realidad un soliloquio
la soledad de un loco
que mata sus recuerdos
con palabras
o todo lo contrario:
los alimenta, los cultiva,
como el garduño, pequeño mamífero
que se alimenta de las crías de los otros.
Habitación de hotel (2006)
De aquí a la eternidad
Descubrir a Dios entre las sábanas
-no en el templo fariseo
ni en la altiva mezquita-
sábanas blancas
sudario del amor que te cubría
manto sagrado
iniciar la bienaventurada ascensión
de tu piel a la eternidad
de tu vientre al círculo celestial
sentir a Dios en tus húmedas cavidades
en el grito vertiginoso
de la jauría de tus vísceras
saber
que Dios está escondido entre las sábanas
sudoroso
consagrando tu sangre menstrual
elevando el cáliz de tu vientre
descubrir de pronto que Dios
era una diosa,
última ascesis,
de aquí a la eternidad.
Estrategias del deseo (2005)
Barnanit
Creo que por amarte
voy a amar tu geografía
-“una fea ciudad fabril””
la llamó su poeta, Joan Maragall-
la avenida que la atraviesa diagonalmente
como un río inacabable
las fachadas de los edificios llenos de humo
bajo los cuales
-palimpsestos-
se descubren dibujos antiguos
inscripciones romanas.
Creo que por amarte
voy a aprender la lengua nueva
esta lengua arcaica
donde otoño es femenino
-la tardor-
y el viento helado
tramonta la montaña.
Creo que por amarte
voy a balbucear los nombres
de tus antepasados
y cambiar un océano nervioso
y agitado –el Atlántico-
por un mar tan sereno
que parece muerto.
Creo que por amarte
intercambiaremos sílabas y palabras
como los fetiches de una religión
como las claves de un código secreto
y, feliz, por primera vez en la ciudad extraña
me dejaré guiar por sus pasajes
por sus arcos y volutas
como la viajera por la selva
en el medio del camino de nuestra vida.
Las ciudades sólo se conocen por amor
y las lenguas son todas amadas.
Estrategias del deseo (2005)
Bookworm de luxe
Te he cambiado por el bookworm de luxe;
ahora, en lugar de las cálidas noches desnudas
sorbiéndonos los sexos,
enhebro palabras en la pantalla del ordenador
como las cuentas de un abalorio vaginal.
AMOR, cien puntos;
OLVIDO, quinientos;
DESAMOR, seiscientos.
Caen las letras como la saliva caía en nuestros cuerpos
las fichas rojas anuncian un incendio que ya no es
de nuestras vulvas
y drogo mi insomnio senil
con la musiquita del ordenador
como antes escuchaba en mi hombro
tu respiración.
Te he cambiado por el bookworm de luxe
y te aseguro, me va bien el cambio:
como las grandes catástrofes,
una vez que han pasado,
se siente dolor,
pero ya no se tiene miedo.
Habitación de hotel (2006)
Habitación de hotel
Las noches en que uno estira las últimas copas
en la sala del hotel antes repleta
los invitados se han retirado
algún rezagado como yo destila su melancolía
mirando fijamente el contenido del vaso
¿Una cucaracha en el whisky?
no, querido, es la moneda redonda de tu soledad
es la gota de sangre de tu hastío
son las tres de la mañana
los camareros cansados desean irse a dormir
han trabajado largo
han trabajado duro
pero oíganme bien, soy cliente,
pago para que estén despiertos
es el valor del dinero
mientras no se me antoje no me voy a la solitaria
habitación de hotel
también podría llamar a una puta
pero ya es demasiado tarde
las últimas putas ya se fueron con sus clientes
aquí mismo en el hotel
donde se celebró un congreso de accionistas
-sala A-
y un congreso de escritores –sala C-
hay que tener botellas bien surtidas
testículos hinchados
culos abiertos de mujeres sodomizadas
el otro cliente del bar tampoco tiene ganas de irse
mira el fondo de su vaso
como si escondiera una inscripción
la cifra del poema que no ha escrito todavía
ni va a escribir
yo tampoco
yo vacilo
quizás el aire de la calle (Princesa)
me vendría bien
pero siento las piernas pesadas
mejor me voy a la habitación vacía del hotel
buen hotel
un hotel para congresos convenciones conferencias
dos camas sólo para mí
que no necesito más que una
un bar debajo del televisor
buenas cortinas
secador de pelo máquina de afeitar
palomitas de maíz olivas y barritas de chocolate
mejor me meto en la cama
me abrigo bien
-buenas mantas, las del hotel, y además, hay calefacción-
y busco una puta en el televisor
-conecte con la red privada de pornografía, canal 98, de pago-
para no dormir sola esta noche.
Habitación de hotel (2006)
Así nace el fascismo
(La lección de guitarra, Balthus)
En el campo de concentración
de la sala de música o ergástula
la fría, impasible Profesora de guitarra
(Ama rígida y altiva)
tensa en su falda el instrumento:
mesa los cabellos
alza la falda
dirige la quinta de su mano derecha
hacia el sexo insonoro y n´bil
de la Alumna
abierta como la tapa de un piano.
Ejecuta la antigua partitura
sin pasión
sin piedad
con la fría precisión
de los roles patriarcales.
Así sueñan los hombres a las mujeres.
Así nace el fascismo.
Las musas inquietantes (1999)
Hotel Conquistador
La última noche
el vestíbulo iluminado
la gran araña central brillando
los sofás de fieltro engalanado
la música suave de la estereofonía
y aquel muchacho gay que nos miró con comprensión
trajo champagne
trajo dos copas
y nos invitó a brindar
Nos miramos con turbación
con asombro
con complicidad
No dijimos nada
sólo sonreímos
pero aquella noche
el mundo era plácido
cómplice benigno
aquella noche
en el hotel Conquistador
(ciudad de Córdoba, año dos mil seis)
Durante un tiempo breve
como la luna
como el canto del agua en las fuentes moras
la paz era posible
el silencio tenía acordes
y el futuro parecía una seda
todavía núbil.
“Habitación de hotel”, 2006
Lea la entrevista a la autora en este mismo número.
© Cristina Peri Rossi 2008
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Biografía:
Cristina Peri Rossi. Nacida en Montevideo, Uruguay, el 12 de noviembre de l941; desde el principio, usó el segundo apellido en homenaje a su madre, que la instruyó desde pequeña en el amor a la literatura, a la música y a la ciencia. Estudió Biología, pero se licenció en Literatura Comparada. Siendo muy joven obtuvo la cátedra que ejerció hasta que tuvo que abandonar el país, por motivos políticos. Publicó su primer libro en l963, y obtuvo los premios más importantes de Uruguay, pero su obra fue prohibida, así como la mención de su nombre en los medios de comunicación durante la dictadura militar que gobernó el país de l973 a l985.
En l972 llegó a Barcelona; tras una breve temporada en París, regresó definitivamente a Barcelona, ciudad en la que vive desde finales de 1974. Para una panorámica más amplia de la autora y su obra, véase: www.cristinaperirossi.com