Selección de poemas de
María García Zambrano,
del libro La hija,
El sastre de Apollinaire 2015.
La tristeza
Todas las madres que soy debíamos hablar
aproximar posturas
organizar un plan de acción para que no se desparramen
leche
lágrimas
suero
medicamentos.
La madre bandada de pájaros que espera la primavera
para regresar a su nido
sentada en la única silla que no está rota.
La madre jeringa de leche para un gorrión se posa
en la ventana.
La madre en carne viva sin ninguna medicina que la cure.
La madre esperanza que ata sus dedos al viento y anhela
la mueca que suture de una vez
la herida.
Todas las madres reunidas alrededor de un cuerpo
que redime
con su escasos centímetros
resolvemos:
hilvanar con un hilo esta tristeza
la desesperación de no ver a LA HIJA
solo un cuerpo que se desborda
e inunda los ojos
la boca
el corazón.
La sala de lactancia
Mi pecho huérfano mira el otro pecho
derrama su simiente al plástico y cristal.
Tus labios cerrados no acarician ni muerden ni hacen
que sangre
este huérfano tan mío.
Ninguno de los dos te saborea
tan solo están ahí para alumbrarte
con su amor
gota a gota.
Mi pecho se rinde y cae y se duele del silencio y de la falta.
Una máquina un ritual una ventana que da a los aparcamientos.
Y toda la tristeza que se vierte
con este chorro
blanco.
La alegría
Bienvenida la textura del barro
en su materia esconde el prodigio del mundo
el fulgor la alegría
(tuya es la tierra de los que ríen).
Gracias
raíz sonido sutileza
leve volar de mirlo.
Gracias
oxígeno atmósfera claridad
falanges sosteniendo lo ingrávido
(el secreto).
Gracias
hogar tronco vicisitudes
blusa anudada a la espera
aquel runrún sobre el hambre
(la abundancia).
Gracias
enigma páramo estremecimiento
hilo que sostiene el hálito
su voz la melodía.
Gracias
hija providencia
hija des-aprender
el dulce porvenir.
Dice:
es tiempo para cosechar.
La vida
Respiraré por ti.
Atraparé todo el aire de este y otros mundos
que voy a inventar
para que caminemos juntas.
Inventaré una galaxia
para que llegues a lo alto
y extiendas tu mirada por encima de los dioses.
Respiraré por ti.
Seré tus ojos y en ellos
guardaré el mar
(con las manos de mi padre conteniendo la espuma
y todos los moluscos que se aferran a la roca).
Inventaré un mundo acuático para que flotes y te sumerjas
serás el pez más veloz.
Respiraré por ti.
Multiplicaré mis alvéolos
y miles de luciérnagas y estrellas y la luz
entrarán por tu piel como caballos que vuelan
libres e iluminados.
Un amor limpísimo disolverá la enfermedad.
Respiraré por ti.
Seré tu lengua
con todas las palabras que existen y otras
babel entre tus dientes
la historia que contaremos a tus hijas.
Respiraré por ti
hasta que ya no quede savia en este cuerpo
entonces
inventaré otra vida para seguir respirando.
© M. Garcia Zambrano para TBR
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María García Zambrano (Elda, 1973) ha publicado El sentido de este viaje (Ed. Aguaclara, 2007), Menos miedo (premio Carmen Conde de la Editorial Torremozas y semifinalista del premio Ausiàs March, 2012) y La hija (Ed. El Sastre de Apollinaire. 2015). Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla, posee estudios de doctorado en Literatura y Comunicación; posgrado en Letras Modernas en París y Lima y seminarios de literatura argentina en Buenos Aires. Es profesora de Lengua y Literatura y vive en Madrid.