índex julio - agosto 2001 num 25 |
Gato
panza arriba Jorge Riechmann (Fragmentos de la antología preparada por el autor para Mérida 2000) Buscarruidos Poesía: material móvil. "Todo lo que se mueve es poesía/ lo que no cambia de lugar es prosa", se meneó Nicanor Parra. Movimiento material. Búsqueda, indagación (de la base y de la cima, según René Char, quien precisa enseguida: "Indagaciones de la base. Tinieblas en la cima", si es que hay siquiera cima: las tinieblas no permiten apreciarlo). En castellano se llama buscarruidos a la persona inquieta, un punto pendenciera. De repente, qué atinada definición del poeta: un inquisitivo buscarruidos. Buscarruidos, buscavidas, buscadichas. Dicha, del latín dicta: cosas dichas. La dicha del decir: a la ventura, un buscarruidos, con el zurrón repleto de cosas ya dichas, sigue el rastro de lo por decir. La virtud del cazador es la sagacidad: el buen olfato. (Sagaz, del latín sagax: con buen olfato, capaz de seguir la pista.) El buscarruidos es un indagador (del latín indagare: seguir la pista de un animal). Me dieron por nombre Riechmann. Del alemán riechen: oler, olfatear, husmear. Riechmann es el Husmeador. Me dieron este apellido: hoy, que bauticé mi casa --Amargua--, lo hago mío por fin. Al final de esta caza no se mata la presa: el cazador, durante un venéreo y venatorio instante sin tiempo, busca hacerse uno con ella. Dos en uno: amor, querencia al menos. Querer, del latín quaerere: buscar, inquirir. Poesía: un amor que indaga. Poesía: decir lo que no se sabe, y sin saberlo queriéndolo, y por eso indagando en ello, aproximándose a algo que está ahí, que siempre ha estado ahí, ya inmediato y de repente inaccesible. El buscarruidos, chasqueado, guarda algo en el zurrón --no está seguro de lo que será-- y sigue husmeando. (de Desandar lo andado) ***** Parábola del jugador Que yo te tenga así de pie sobre las puntas de los dedos al cabo de un movimiento leve acróbata volcado Que nadie sepa qué línea abismal impávido atravieso nadie pregunte desde cuándo es azul la máscara lanosa de clown cruel que visto ya sin dolor Al norte de mi corazón de cuero comienza el marfil de un país que recorro muy raras veces No hablo de mi ofrenda al demonio del naipe funámbulo dormido sin lujo sobre el arpa Cada minuto dejó su piel sobre mi piel escaqueada He conocido armados amores de arlequín fervientemente insensible Como San Pedro seré colgado de los pies: que nadie diga nada Este momento es mío vértice íntimo o víctima frecuente El azar no me quema las manos Soy entonces el gran negador dueño por un instante del mundo y de la nada Entonces por qué ceder en la última escalera saltar al vacío si el manotazo es luego como un solo disparo que derrumba castillos Mi padre era griego que no pregunte nadie por la iguana de labios bezudos que está lamiendo la sangre a mi costado (del libro inédito El miedo horizontal) ***** Abolir la nostalgia Es la hermana tullida del deseo. De nada verdadero se predica. Le place avasallar: busca vasallos. No le miréis las manos, perder es imposible. Abolir la nostalgia, esa tenia violenta, esa impotencia desovillada en máscara, mi desdentada enemiga más voraz. Untarle el cuerpo de brea y de vergüenza. Sea la desolada quimera del presente nuestro empeño imborrable. (de Cántico de la erosión). ***** Escena de infancia De niño encendí hogueras para quemar lombrices de tierra vivas. Veraneaba entonces en el valle de Hecho. La crueldad de quienes torturaban sapos me asqueaba, alguna vez llegamos a las manos. Lombrices: carne rosa hasta la indefensión, universales anillos de sufrimiento mudo. Se retorcían como seres humanos. (de Cuaderno de Berlín) ***** OTRO RITMO POSIBLE Un buen verso no sacia el hambre. Un buen verso no construye un jardín. Un buen verso no derriba al tirano. Un verso en el mejor de los casos consigue cortarte la respiración (la digestión casi nunca) y su ritmo insinúa otro ritmo posible para tu sangre y para los planetas. (de Poesía practicable) ***** Alabanza de los trenes verdaderos Hay muchos trenes falsos. Es fácil confundirlos con los trenes auténticos. Casi todos los llaman también trenes: los revisores los ferroviarios los carteristas los viajeros casi sin excepción y hasta yo mismo cuando no quiero dar muchas explicaciones. Trenes sólo son los que parten de noche. Trenes sólo son los que llevan a ti. (de Baila con un extranjero) ***** Con los ojos abiertos «La baba de la bestia Quiero ver todo lo que va a venir. (de Muro con inscripciones/ Todas las cosas pronuncian nombres) ***** Las atroces fotografías de las violaciones (de Muro con inscripciones/ Todas las cosas pronuncian nombres)
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© Jorge Riechmann Estos poemas no pueden reproducirse ni archivarse sin permiso expreso del autor. Rogamos lean las condiciones de uso. |
biografía Jorge Riechmann (Madrid,
1962). Poeta, ensayista, traductor y profesor universitario (profesor titular de
filosofía moral en la universidad de Barcelona; profesor invitado en la universidad
Carlos III de Madrid). Es también investigador del Instituto Sindical de Trabajo,
Ambiente y Salud, vinculado a CC.OO, donde es responsable de biotecnologías y
agroalimentación). Redactor de la revista mientras tanto, es autor de una extensa
obra ensayística sobre cuestiones ecológicas. Desde 1998 codirige --con José Mª
Parreño-- la colección de poesía HOJA POR OJO (Editorial Germanía, Alzira, Valencia.) |
navegación: barcelona review número 25 julio - agosto 2001 |
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Mercedes Abad: El placer
de callar Mercedes Abad: Mientras caigo Eloy Fernández Porta:La naturaleza: sus métodos, Eloy Fernández Porta sus cosas Javier Calvo: Molina (número 18) |
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