Arte frágil
(Homenaje a Raymond Roussel)
La mariposa en el cuello
es signo del apasionado
y del ruidoso, que te besa
los labios, el que toca oro.
Es Juan de oro vestido
de mujer, la piel limpia,
la nuca blanca brillante.
Es el hombre que baila
con los otros. - Bailemos -
dice, para desaparecer. Roba
miradas, envidia el mirar
ajeno. Dice stolen glances,
las miradas robadas en su
blando inglés. Hay que regalar
dinero, vender dinero. El dinero
vuelve y no deja huella.
No hay que dejar
que pase nada. Este hombre
es un cuidador. Maneja
airosos y atrevidos
contrapuntos, leoninos,
sin mesura. Asustado
de su propio poder, en azaroso
vaivén de forma y contenido, reza.
***
Poema sensorial
Imito el honor.
Vivo del tacto,
sea la tensa cuerda
o la teta de la cabra
o la piedra moledora
en las manos activas. Quiero
confiar. Basic trust (la confianza
básica) es el tocar, el tacto soberano
con dedo, palma, frente,
rodilla o nariz en el agua.
Es la única confianza.
¿Quién da y quién recibe?
¿Mi mano o la espalda
que toco arrobado?
***
Nothing (II)
[Ophelia's] speech is nothing.
(Shakespeare)
¿Cuál es la diferencia
entre naked y nude?
Ninguna real, sólo desnudo
ruido hipócrita, sin alma.
Un antifaz y el compromiso
social les infunden moral
a esas palabras desabridas.
Músculos teatrales, tatuajes,
múltiples perforaciones
donde cuelgan aros y anillos
y extraños objetos en la lengua
como gemelos en claro metal
inoxidable y cadenitas
y alfileteros en las ingles
afeitadas. ¿Qué es esto?
¿Es sorpresa? ¿Es falso
juramento? ¿Será alguna vez
memoria inolvidable? ¿Vivirá
en mí alma como la ninfa
del talón mordido?
de El mar de Bohemia
***
The Real Thing o la cosa real
La verdad tiene senos verdes
y boca que solo puede decir scream
que es grito y lamento fuerte que chilla
y aturde los sentidos.
Una mujer sin cintura me acosa.
Y la que busco, la de las largas
piernas, me huye, discreta.
Clavo mis ojos en sus rodillas
y aún así se escapa como un pez
de plata.
Un susto: Un par de blancas manos
salen de un sombrero que llevo puesto.
Mi viejo sombrero de Panamá de Guayaquil.
Veo una mujer mulata de ojos azules,
respiro aliviado pero es
una tigresa de las frutas. Un verdadero
demonio con alma de zorro, dueña
de torbellinos, habitante de las altas
nieves. Me sacude como si yo fuera
su ropa privada, puesta al fresco.
Pero la Joven Bella sigue siendo
la reina del mundo, es asoladora.
Y este teatro de sombras imita al tiempo
pues así es también con las secas cosas
reales. Las misteriosas barricadas del pensar
me acunan con cariño maternal.
***
Los encuentros casuales
A veces parece imposible que la otra
(o el otro) no note mi ebullición.
Los sonoros obstáculos son triviales,
el resto es blanca ceguera. Los ojos no ven.
Pienso que soy el humo en el disparo
del fusil, el mundo vegetal volando
por los aires. Busco a alguien llamado
Ada, perdida en lejana casa de reposo
junto a un lago. Su cuello es suave,
velvet es la palabra de terciopelo
que describe su forma y su voz.
Buscar agota, esperar cansa, recordar
alivia sin curar, el frío se calienta
y la patria desaparece hasta de la memoria.
de La vida galante