La profesora de cuarto en Quilli, la Sra. Johnson,
fue un día a ver al director y le dijo: «Dornan me ha sobado»
El director, el Sr. Factsampler, un hombre más bien joven,
de unos treinta y cinco años, le contestó:
¿Qué le ha hecho?
Se ha metido debajo de mi vestido y me ha tocado las partes íntimas.
¿Eso ha hecho?
Sí señor.
Lo negará.
Ya lo sé.
¿Le ha quemado el pelo a alguién últimamente?
Que yo sepa no.
Entonces, resígnese.
¡Sr. Factsampler!
Lo sé.
Ni que sea un comentario en su informe.
Fantasia, usted sabe que si modificamos su informe,
una copia va a ir a su abogado.
Pero es que lo ha hecho.
¿Le ha provocado usted?
¿Cómo?
Ya sabe cómo van estas cosas, Fantasia.
CUANDO DORNAN CZYCZK grapó el párpado de Honey Tuppercup
en la zona superior del pómulo, justo debajo del ojo, lo primero que le dijo el Sr.
Factsampler a Fantasia Johnson fue:
Honey es nueva en la escuela, ¿no?
Sí, es nueva contestó Fantasia.
Hable con ella.
OTRO DIA, el Sr. Factsampler le preguntó a Fantasia
Johnson si creía conveniente asignarle un refuerzo escolar a Dornan Czyczk.
Si algo no necesita es ayuda dijo ella.
Ya sabe usted a lo que me refiero replicó
él. ¿Qué le ha ocurrido en el dedo?
Me mordió Dornan. Se llevó toda la uña.
¿Ya está mejor?
Sí, ahora sí.
. . .
FANTASIA JOHNSON ERA QUERIDA en la escuela primaria
de Quilli. Todos los profesores de primero, segundo y tercero sabían muy bien lo que
estaba pasando. La profesora de tercero, que durante las vacaciones de verano había
recuperado el pelo que Dornan le quemara, le aconsejó confidencialmente que redactara un
informe.
Un informe independiente preguntó
Fantasia. ¿No va eso contra la ley federal?
Hazme caso, corazón le dijo. Fantasia
era aún muy joven.
Los profesores de cursos superiores tendían a creer
que no les tocaría lidiar con Dornan y sus conflictos; creían que algo ocurriría.
Fantasia Johnson decía que también ella llegó a creérselo.
EN LA PRIMERA REUNIÓN PADRES-PROFESORA que mantuvo con los
padres de Dornan (y su abogado), el padre de Dornan se mostró implacable, repitiendo su
tan manido discurso:
Así que nosotros hemos estropeado al chico.
Bueno, ¿y qué? Arréglenlo. ¿No es ése su cometido?
El Sr. Factsampler, como de costumbre, trató de
mediar en el conflicto.
Tampoco hay que dramatizar, Sr. Czyczk. Todos
estamos metidos
en esto y necesitamos su apoyo: necesitamos el apoyo de la familia.Y necesitamos también
el apoyo de la comunidad.
Lo que el chico necesita es una buena escuela
contestó el Sr.Czyczk.
Creo que eso no le falta replicó el Sr.
Factsampler.
Necesita buenos profesores.
Tampoco le faltan.
Entonces cumplan con su maldito trabajo.
Fantasia Johnson quería decirles a título
personal que Dornan le había perforado la sandalia con un lápiz y le había
lastimado el pie. (Ya estaba curado). Había ido allí para decirles que se sentía como
un Cristo abandonado. Ogden Factsampler le agradeció que no hiciera el comentario.
La verdad es que no he encontrado la ocasión,
Sr. F. dijo ella.
DESPUÉS DE AQUELLAS reuniones, Dornan se había vuelto del todo incontrolable. El día
siguiente, en la hora de lectura, se paseó entre los pupitres de la clase de la Sra.
Johnson embadurnando de Super Glue al resto de la clase. Al precipitarse sobre las
mejillas o las orejas para comprobar qué era aquello, las manos y los dedos de los
alumnos se quedaban instantáneamente pegados.
Dornan dijo Fantasia Johnson cuando se
percató de su presencia, y vio lo que estaba ocurriendo. Ven aquí.
Cual pequeño pistolero de otras épocas, Dornan se
le acercó con un tubo de pegamento en cada mano. No obstante, Dornan lo tenía todo
previsto.
Sin más preámbulos, Fantasia Johnson le propinó
una bofetada. Al instante, la mano se le quedó pegada en la mejilla del chico (un hecho
que más tarde engrosaría el informe: su informe).
A FANTASIA JOHNSON, QUE NO ERA IDIOTA y que aún era
una veinteañera, se le ofreció hacer terapia y aceptó la oferta. Se había vuelto
muy nerviosa, lo cual se hizo constar en su expediente. También faltó al trabajo y
cogió bajas por enfermedad, todo lo cual fue debidamente justificado.
Los Czycks, que tanto amaban a su hijo, expresaron
una cierta satisfacción al respecto. El niño había tenido que dejar el hospital con una
mancha roja en la mejilla debida al disolvente. Se alegraron de saber que ahora la
profesora estaba en período de prueba. Los padres han de proteger a sus hijos.
SIN EMBARGO, LA protección puede ser un arma de doble
filo. Al volver a clase Fantasia Johnson, tuvo un incidente con Dornan. Sin embargo, esta
vez supo mantener la calma gracias a la medicación. Tan calmada estuvo que cuando Dornan
creyó que lo enviaría al despacho del director, se lo llevó a un lado y le dijo:
No, no irás al despacho.
Pero usted dijo...
Irás a la cafetería.
¿Cómo?
Para que te trituren y te sirvan como hamburguesa.
FACTSAMPLER se deshizo en disculpas ante los Czyczks, pero
cuando el Sr.Czyczk le soltó: «Despídala», el Sr. Factsampler le respondió:
No puedo.
¿Cómo que no puede?
Ha estado muy estresada, bajo tratamiento médico.
Es la misma ley que protege a Dornan. No se inquiete. Ya verá cómo mejora.
¿Que protege a Dornan? dijo el Sr. Czyczk.
INCLUSO LOS DEMÁS ESTUDIANTES se dieron cuenta de que
Dornan parecía estar perdiendo peso. Hablaba menos y aquel desagradable brillo que
enturbiaba su mirada anunciando tempestades había remitido bastante. Aunque tampoco se
había extinguido. Cuando le arrancó los pendientes de las orejas a Honey Tuppercup,
ésta le hizo frente hincándole en la boca una calculadora que le hizo saltar dos
dientes.
Honey Tuppercup fue expulsada por aquello y tuvo que
irse al Colegio cristiano de Quilli a acabar el curso. Ahora bien, un día en clase de
naturales, cuando Dornan llevaba ya unos buenos diez minutos rascando la pizarra con las
uñas, Fantasia Johnson se abalanzó sobre él y le mordió las uñas hasta dejárselas en
carne viva.
«ESTAMOS AFRONTÁNDOLO CON ELLA», dijo el Sr.Factsampler
a los Cziczks. Los Czyczks estaban preocupados. Dornan ya no parecía el mismo. El Sr.
Factsampler no se atrevió a confesar a los Czyczks, con quienes no se sentía
precisamente a gusto, el alivio que aquello suponía.
ALIVIO NO ERA LO QUE SENTÍAN los Czyczks, que entretanto
iniciaron los trámites de divorcio. Enviaron varias instancias quejándose de Fantasia
Johnson, pero Ogden Factsampler y, en última instancia, también el abogado de la
escuela dijo que aquello era un tema de salud y que no se podía hacer nada.
Fantasia Johnson era una mujer nerviosa, pero era joven y confiaban en que sabría
superarlo.«A decir verdad les dijo no estoy ni siquiera autorizado para
hablar de sus problemas de salud. Sólo quería que supieran que no es mala persona».
. . .
POR OTRO LADO, en cuarto curso corría el rumor de que
Dornan se había mudado de casa. «Vive con su mamá» apuntó alguien,
afirmación que fue rotundamente desmentida por un niño que aseguró que la Sra. Czyczk
era su vecina y que ésta vivía sola. Otro niño sostenía que estaba con su padre, pero
aquello fue contestado de inmediato por una niña, a quien Dornan le había descuajado la
punta de la lengua. Esta explicó que el padre de Dornan conducía ahora un camión y que
hacía ya semanas que se había ido.
EN LOS PUEBLOS, la esperanza acaba primando sobre la verdad. Lo cierto es que no se
volvió a ver a Dornan Czyczk y Fantasia Johnson se restableció de los nervios antes de
que acabara el año. Esto alegró a Ogden Factsampler. No es tan fácil encontrar buenos
profesores en las frías poblaciones del norte.
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