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biografía  | versión en inglés

MADNESS

Locura

por G.K. Wuori

Traducción del inglés por
Ferran Vidal Vicens

 

       La profesora de cuarto en Quilli, la Sra. Johnson, fue un día a ver al director y le dijo: «Dornan me ha sobado»
      El director, el Sr. Factsampler, un hombre más bien joven, de unos treinta y cinco años, le contestó:
       —¿Qué le ha hecho?
 Se ha metido debajo de mi vestido y me ha tocado las partes íntimas.
       — ¿Eso ha hecho?
      — Sí señor.
      — Lo negará.
      — Ya lo sé.
      — ¿Le ha quemado el pelo a alguién últimamente?
      — Que yo sepa no.
      — Entonces, resígnese.
      — ¡Sr. Factsampler!
      — Lo sé.
      — Ni que sea un comentario en su informe.
      — Fantasia, usted sabe que si modificamos su informe, una copia va a ir a su abogado.
      — Pero es que lo ha hecho.
      — ¿Le ha provocado usted?
      — ¿Cómo?
      — Ya sabe cómo van estas cosas, Fantasia.
 
      CUANDO DORNAN CZYCZK grapó el párpado de Honey Tuppercup en la zona superior del pómulo, justo debajo del ojo, lo primero que le dijo el Sr. Factsampler a Fantasia Johnson fue:
       — Honey es nueva en la escuela, ¿no?
      — Sí, es nueva —contestó Fantasia.
      — Hable con ella.
 
      OTRO DIA, el Sr. Factsampler le preguntó a Fantasia Johnson si creía conveniente asignarle un refuerzo escolar a Dornan Czyczk.
       — Si algo no necesita es ayuda —dijo ella.
      —Ya sabe usted a lo que me refiero —replicó él—. ¿Qué le ha ocurrido en el dedo?
      — Me mordió Dornan. Se llevó toda la uña.
      —¿Ya está mejor?
      — Sí, ahora sí.
      
. . .
 
       FANTASIA JOHNSON ERA QUERIDA en la escuela primaria de Quilli. Todos los profesores de primero, segundo y tercero sabían muy bien lo que estaba pasando. La profesora de tercero, que durante las vacaciones de verano había recuperado el pelo que Dornan le quemara, le aconsejó confidencialmente que redactara un informe.
       — Un informe independiente —preguntó Fantasia—. ¿No va eso contra la ley federal?
      — Hazme caso, corazón —le dijo—. Fantasia era aún muy joven.
       Los profesores de cursos superiores tendían a creer que no les tocaría lidiar con Dornan y sus conflictos; creían que algo ocurriría. Fantasia Johnson decía que también ella llegó a creérselo.
 
      EN LA PRIMERA REUNIÓN PADRES-PROFESORA que mantuvo con los padres de Dornan (y su abogado), el padre de Dornan se mostró implacable, repitiendo su tan manido discurso:
       — Así que nosotros hemos estropeado al chico. Bueno, ¿y qué? Arréglenlo. ¿No es ése su cometido?
       El Sr. Factsampler, como de costumbre, trató de mediar en el conflicto.
       — Tampoco hay que dramatizar, Sr. Czyczk. Todos estamos metidos
en esto y necesitamos su apoyo: necesitamos el apoyo de la familia.Y necesitamos también el apoyo de la comunidad.
      — Lo que el chico necesita es una buena escuela —contestó el Sr.Czyczk.
      — Creo que eso no le falta —replicó el Sr. Factsampler.
      — Necesita buenos profesores.
      — Tampoco le faltan.
      — Entonces cumplan con su maldito trabajo.
       Fantasia Johnson quería decirles —a título personal— que Dornan le había perforado la sandalia con un lápiz y le había lastimado el pie. (Ya estaba curado). Había ido allí para decirles que se sentía como un Cristo abandonado. Ogden Factsampler le agradeció que no hiciera el comentario.
       — La verdad es que no he encontrado la ocasión, Sr. F. —dijo ella.
 
DESPUÉS DE AQUELLAS reuniones, Dornan se había vuelto del todo incontrolable. El día siguiente, en la hora de lectura, se paseó entre los pupitres de la clase de la Sra. Johnson embadurnando de Super Glue al resto de la clase. Al precipitarse sobre las mejillas o las orejas para comprobar qué era aquello, las manos y los dedos de los alumnos se quedaban instantáneamente pegados.
       —Dornan —dijo Fantasia Johnson cuando se percató de su presencia, y vio lo que estaba ocurriendo—. Ven aquí.
       Cual pequeño pistolero de otras épocas, Dornan se le acercó con un tubo de pegamento en cada mano. No obstante, Dornan lo tenía todo previsto.
       Sin más preámbulos, Fantasia Johnson le propinó una bofetada. Al instante, la mano se le quedó pegada en la mejilla del chico (un hecho que más tarde engrosaría el informe: su informe).
 
      A FANTASIA JOHNSON, QUE NO ERA IDIOTA —y que aún era una veinteañera—, se le ofreció hacer terapia y aceptó la oferta. Se había vuelto muy nerviosa, lo cual se hizo constar en su expediente. También faltó al trabajo y cogió bajas por enfermedad, todo lo cual fue debidamente justificado.
       Los Czycks, que tanto amaban a su hijo, expresaron una cierta satisfacción al respecto. El niño había tenido que dejar el hospital con una mancha roja en la mejilla debida al disolvente. Se alegraron de saber que ahora la profesora estaba en período de prueba. Los padres han de proteger a sus hijos.
 
      SIN EMBARGO, LA protección puede ser un arma de doble filo. Al volver a clase Fantasia Johnson, tuvo un incidente con Dornan. Sin embargo, esta vez supo mantener la calma gracias a la medicación. Tan calmada estuvo que cuando Dornan creyó que lo enviaría al despacho del director, se lo llevó a un lado y le dijo:
       — No, no irás al despacho.
      — Pero usted dijo...
      — Irás a la cafetería.
      — ¿Cómo?
      — Para que te trituren y te sirvan como hamburguesa.
 
      FACTSAMPLER se deshizo en disculpas ante los Czyczks, pero cuando el Sr.Czyczk le soltó: «Despídala», el Sr. Factsampler le respondió:
       — No puedo.
      —¿Cómo que no puede?
      — Ha estado muy estresada, bajo tratamiento médico. Es la misma ley que protege a Dornan. No se inquiete. Ya verá cómo mejora.
      —¿Que protege a Dornan? —dijo el Sr. Czyczk.
 
      INCLUSO LOS DEMÁS ESTUDIANTES se dieron cuenta de que Dornan parecía estar perdiendo peso. Hablaba menos y aquel desagradable brillo que enturbiaba su mirada anunciando tempestades había remitido bastante. Aunque tampoco se había extinguido. Cuando le arrancó los pendientes de las orejas a Honey Tuppercup, ésta le hizo frente hincándole en la boca una calculadora que le hizo saltar dos dientes.
       Honey Tuppercup fue expulsada por aquello y tuvo que irse al Colegio cristiano de Quilli a acabar el curso. Ahora bien, un día en clase de naturales, cuando Dornan llevaba ya unos buenos diez minutos rascando la pizarra con las uñas, Fantasia Johnson se abalanzó sobre él y le mordió las uñas hasta dejárselas en carne viva.
 
      «ESTAMOS AFRONTÁNDOLO CON ELLA», dijo el Sr.Factsampler a los Cziczks. Los Czyczks estaban preocupados. Dornan ya no parecía el mismo. El Sr. Factsampler no se atrevió a confesar a los Czyczks, con quienes no se sentía precisamente a gusto, el alivio que aquello suponía.
 
      ALIVIO NO ERA LO QUE SENTÍAN los Czyczks, que entretanto iniciaron los trámites de divorcio. Enviaron varias instancias quejándose de Fantasia Johnson, pero Ogden Factsampler —y, en última instancia, también el abogado de la escuela— dijo que aquello era un tema de salud y que no se podía hacer nada. Fantasia Johnson era una mujer nerviosa, pero era joven y confiaban en que sabría superarlo.«A decir verdad —les dijo— no estoy ni siquiera autorizado para hablar de sus problemas de salud. Sólo quería que supieran que no es mala persona».
     
. . .
 
      POR OTRO LADO, en cuarto curso corría el rumor de que Dornan se había mudado de casa. «Vive con su mamá» —apuntó alguien—, afirmación que fue rotundamente desmentida por un niño que aseguró que la Sra. Czyczk era su vecina y que ésta vivía sola. Otro niño sostenía que estaba con su padre, pero aquello fue contestado de inmediato por una niña, a quien Dornan le había descuajado la punta de la lengua. Esta explicó que el padre de Dornan conducía ahora un camión y que hacía ya semanas que se había ido.
 
EN LOS PUEBLOS, la esperanza acaba primando sobre la verdad. Lo cierto es que no se volvió a ver a Dornan Czyczk y Fantasia Johnson se restableció de los nervios antes de que acabara el año. Esto alegró a Ogden Factsampler. No es tan fácil encontrar buenos profesores en las frías poblaciones del norte.
 
 

© 1999 G.K. Wuori
Traducción del inglés por
Ferran Vidal Vicens

"Locura" (Madness) es una publicación de The Barcelona Review con el permiso del autor y Algonquin Books of Chapel Hill.  "Locura" (Madness) apareció en el libro de relatos Nude in Tub publicada por Algonquin Books, 1999. 
Esta historia no puede ser archivada ni distribuida sin el permiso expreso del autor. Rogamos lean las condiciones de uso.

biografías Gardini

G.K WUORI creció en De Kalb, Illinois donde actualmente reside después de haber vivido por todo Estados Unidos. Se licenció en la universidad de Northern Illinois y se doctoró en filosofía en Purdue. Ha publicado relatos en gran número de revistas literarias y ha recibido el premio Pushcart.
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