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índex català     marzo - abril  n° 47

La oralidad en la literatura universal
Rastros del "Exemplum de dimidio amico"en la literatura oral guineana

Antonio Enrique Ruiz Palomar


El cuento medieval

Hasta el siglo XX el cuento mereció escaso interés por los sectores sociales prominentes que lo consideraban una forma poética sin riqueza literaria. Como características principales podemos indicar las siguientes:

     - Breve extensión, a la que se adaptan los límites temporales y la temática.
     - Argumento esquemático que reproduce un suceso significativo y excepcional.
     - Función de símbolo que va más allá de la anécdota.
     - Tensión sin cortes, que obliga a leerlo de una vez.
     - Estructura cerrada.
     - Anonimia.
     - Transmisión oral a lo largo del tiempo.
     - Diferentes versiones con un fondo común.
     - Carácter viajero por el tiempo, el espacio y las diferentes culturas.
     - Estructura imprecisa.
     - Estilo breve y sencillo, sin grandes descripciones.

En cuanto a su clasificación, aunque resulta difícil hablar de los diferentes tipos que existen, sí está claro que en la Edad Media se tendió a enfocar el cuento según su didactismo, lo que sin duda aporta cierta unidad al género.
     En este sentido, una idea que facilita la aparición de un mismo cuento en distintos lugares es la moral genérica intrínseca a él, que se adapta a todas las religiones e ideologías.
     Esta idea de transmisión universal es la que más llama nuestro interés ya que nos permite pensar en un vínculo interracial e intercontinental a través de la literatura y la expresión cultural mediante los cuentos populares.

Pervivencia y expansión

La mayoría de los cuentos medievales tienen un claro origen oriental.
     La primera colección de cuentos de la Edad Media española es la Disciplina Clericalis, del siglo XII, escrita en latín por Pedro Alfonso, y por ello muy difundida en Europa. Dentro de esta obra hay diferentes temas cuya pervivencia es, en ciertos casos, extraordinaria. Los relatos de "El medio amigo" y "El amigo íntegro" reaparecen, como veremos, en El Conde Lucanor, El caballero Zifar y los Castigos del rey don Sancho IV.
     Oralidad y variación son dos características propias del cuento medieval que se complementan. Muestran la importancia de la voz oral en la transmisión de este tipo de literatura y, lo que es más importante, su pervivencia a lo largo del tiempo, a pesar de la variedad de obstáculos que se le han presentado en su trajinar hasta nuestros días. Así pues, dado que la esencia del cuento es el acto de contar por parte de un narrador ante un auditorio, esto hace que se extienda pasando de boca en boca, sufriendo así variaciones que no afectan al tema, pero que sí introducen o eliminan ciertos matices.

 El medio amigo

Entramos ahora en la parte más interesante de este artículo, que no es otra que la de presentar un nuevo paralelo de esta temática, recogido en este caso en Guinea Ecuatorial.
     La prueba de amistad es uno de los cuentos de origen oriental más conocidos del folklore universal.
     En la literatura española aparece en los Castigos del rey don Sancho IV, en el Libro de los exemplos, en El libro del caballero Zifar, en El espéculo de los legos y en El conde Lucanor entre otros.
     Thompson indica: "Los amigos no fiables. (El medio amigo). Un hombre mata a un cerdo. Les dice a sus amigos que ha matado a un hombre y pregunta dónde puede enterrar el cadáver. Lo ahuyentan y sólo el medio amigo de su padre permanece fiel a su pena fingida."
     Tras estas breves aclaraciones presentamos seguidamente la versión guineana en la que podemos ver cómo coincide plenamente con el tema del medio amigo que aparece en El conde Lucanor, El libro del caballero Zifar y los Castigos del rey don Sancho IV. Posteriormente analizaremos las semejanzas y diferencias entre las cuatro versiones, ya que, aunque la versión guineana mantiene el fondo de la historia, sí presenta algunos matices que la diferencia de las españolas.

La prueba del mejor amigo

Érase una vez un muchacho que tenía muchos amigos y le gustaba pasear siempre. Su padre le dijo que no le gustaba que su hijo tuviera demasiados amigos y pasara todo el tiempo paseando; por eso le pidió que le presentara a sus mejores amigos.
     El joven le trajo a tres de sus mejores amigos y dijo a su papá que esos eran los que tenían plena confianza en él, y él a ellos; eran sus verdaderos amigos. Después de la despedida de los amigos, el papá dijo a su hijo que no creía lo que le había dicho sobre sus amigos; que era difícil que uno tuviera tres amigos-amigos. El muchacho quedó algo malhumorado por las palabras de su padre, pero su padre le avisó que iba a poner a prueba sus amistades.
     Pasaron muchos meses y casi lo había olvidado el joven, cuando llegaron las Navidades y le dijo su padre que le había preparado un regalo especial.
     —El regalo es un cerdo. —Le dijo el padre a su hijo—. Te lo doy para que te lo compartas con tu mejor amigo; pero como quiera que no conocemos a tu mejor amigo, vas [a] hacer lo siguiente: vas a poner este cerdo en un saco y, cuando anochezca, lo cargarás hasta la casa de tu primer amigo; lo llamarás y le dirás que has matado a una persona, que temes que te descubran por la mañana; por eso querías que te fuera a ayudar a enterrarlo. ¡Ya verás cómo te responderá! Tienes que seguir hasta pedírselo a todos tus mejores amigos.
     Así lo hizo el joven; al llegar en la casa de su primer amigo, se lo contó, pero éste le dijo:
     ¾ Amigo, si somos amigos no lo somos para tanto, yo no puedo, tengo sueño y además, si nos descubren… ¿qué? No puedo, estoy cansado.
     Esto dijo el segundo también. Sólo el tercero fue el que pudo, después de seguir las palabras del muchacho, coger la azada y el pico para ir a ayudarle a enterrar al muerto; entonces dijo el joven a su amigo que no era un muerto sino un cerdo que le había regalado su padre para compartirlo con su mejor amigo en las Navidades.
     ¾ A partir de hoy, serás mi mejor y único amigo. —Le dijo el joven confuso—.Vamos a celebrarlo en mi casa.
     Al amanecer, los demás amigos, esperando malas noticias de su amigo asesino, según ellos, oyeron cantos y alegría que salían del hogar de su amigo, que estaba festejando con su verdadero amigo. Cuando se acercaron, el dueño les contó la verdad y los echó a patadas de su casa.
     Entonces, en la fiesta dijo el papá a su hijo que si había visto la verdad que le manifestaba, ya que uno no puede tener más de un amigo.
     Cuenta: Antonia Mengue.
     Se lo contó: Su padre, Sebastián Ebang.
      
La versión guineana

El cuento coincide plenamente con los que aparecen en los libros citados. En las cuatro versiones el padre decide poner a prueba a los amigos de su hijo dado que piensa que nadie puede tener tantos buenos amigos. La prueba se basa en simular que el hijo ha asesinado a un hombre a quien tiene que enterrar con ayuda de alguno de sus amigos.
     En cuanto a las diferencias podemos indicar que:
     En Los castigos del rey don Sancho IV (edición de Hugo O. Bizarri, 2001) se habla de un becerrillo como animal sacrificado que simula ser un hombre muerto, mientras que en las demás versiones se utiliza un cerdo. ("Toma aquel becerro que tienes aquí en casa, e degollarlo has")
     El conde Lucanor (edición de Alfonso I Sotelo, 1997) es el único que presenta una versión en la que se alude a un amigo y medio, tal vez debido a que, como hemos indicado más arriba, se mezclan diversos cuentos con la temática de la amistad. ("Quando el padre esto oyó, díxol que se maravillaba ende mucho porque en tan poco tiempo pudiera aver tantos amigos e tales, ca él, que era mucho ançiano, nunca en toda su vida pudiera aver más de un amigo e medio.")
     En El libro del caballero Zifar (edición de Cristina González, 1983) aparece la disputa del hijo con un mancebo, lo cual conlleva que sea también la única versión en la que el hijo cree verdaderamente que lo que lleva dentro del saco es un hombre muerto. ("Fijo, commoquier que yo te dixe luego que veniste que te auia asegurado el tu enemigo, digote que non es asy; ca en la mañana, quando venia de misa, lo falle aquí en casa dentro, tras la puerta, su espada en la mano, cuydando que eras en la çibdat, para quando quesieses entrar a casa, que te matase. E por la su ventura matelo yo e cortele la cabeça e los pies e los brazos e las piernas, e echelo en aquel pozo, e el cuerpo metilo en
     un saco e tengolo so el mi lecho. E non lo oso aquí soterrar por miedo que nos lo sepan; por que me semeja que seria bien lo levases a casa de algunt tu amigo, sy lo has, e que lo soterrases en algunt logar encubierto".
     Tanto en El conde Lucanor como en Los castigos del rey don Sancho IV (edición de Alfonso I. Sotelo,1997:284) el padre le dice al hijo que afrente a su medio amigo para que vea que ni siquiera de ese modo el medio amigo del padre lo delatará ("Desque vio que en ninguna manera non lo pudiera librar de muerte, dixo a los alcaldes que non quería levar pecado de aquel mancebo, que sopiessen que aquel mancebo non matara el omne, mas que lo matara un su fijo solo que él avía. E fizo al fijo que lo cognosçiesse; e el fijo otorgólo; e matáronlo".
     En El conde Lucanor se llega al límite de lealtad cuando el amigo del padre decide denunciar a su propio hijo como el asesino de una persona, para evitar que aumenten las sospechas sobre el hijo de su amigo, quien había estado varias noches andando por la ciudad con un saco a cuestas. Esto no aparece en las demás versiones, quizá debido a la mayor complejidad y riqueza literaria que presenta esta versión de Don Juan Manuel.
     La diferencia fundamental entre las versiones españolas y la guineana estriba en que en ésta última es un amigo del hijo el que lo ayuda, mientras que en todas las demás es siempre el medio amigo del padre el que lo hace. ("Sólo el tercero fue el que pudo, después de seguir las palabras del muchacho, coger la azada y el epico para ir [a] ayudarle a enterrar al muerto.")
      
     La versión que apareció gracias al excelente trabajo de campo del profesor D. José Manuel Pedrosa y de la labor de los becarios de la Universidad de Alcalá que participaron junto conmigo en la edición de estos cuentos y leyendas recogidos en Guinea Ecuatorial, mantiene la estructura y tema del cuento del medio amigo, con la diferencia de que finalmente es un amigo del muchacho quien lo ayuda.
     La oralidad, que por sí misma supone variación, se muestra aquí muy presente, lo que indica que estamos ante un verdadero caso de literatura oral y popular, que se manifiesta en un lugar muy lejano al que se podría esperar, pero que da prueba de que no hay fronteras en cuanto a transmisión y pervivencia de este tipo de literatura; aunque desgraciadamente, cada vez encontremos menos lugares donde se mantenga una tradición cuentística, tal vez a causa de la modernidad y de la cada vez mayor dependencia de la comunicación escrita.
     Esta nueva versión da idea de la interculturalidad de los cuentos que presentan una moraleja o consejo, y que se manifiestan como propios de una cultura homogénea, a nivel mundial, ya que tocan temas y situaciones básicas en cuanto a modos de conducta y de actuación en la vida cotidiana.

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Para mayor información acerca del tema consultar:
El joven que atrapó al puercoespín blanco y otros cuentos de los Fang de Guinea Ecuatorial,
Edición de José Manuel Pedrosa y Antonio E. Ruiz Palomar.
Barcelona, CEIBA, 2004.

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Antonio Enrique Ruiz Palomar © 2005

BIO: Antonio Enrique Ruiz Palomar:
Aunque ha vivido en Alcalá de Henares casi toda su vida, se siente de Jaén, su ciudad natal. Estudió Filología Hispánica en Alcalá, universidad en la que además fue becario, fruto de lo cual surgió este artículo y el posterior libro de cuentos populares de Guinea, El joven que atrapó al puercoespín blanco y otros cuentos de los Fang de Guinea Ecuatorial (Barcelona, Ceiba 2004). Más adelante cursó el Máster de enseñanza de español para extranjeros. Actualmente cursa el doctorado de Teoría de la Literatura en la Universidad de Granada y es profesor de español para extranjeros en Granada.
Este texto no puede reproducirse ni archivarse sin permiso del autor y/o The Barcelona Review. Rogamos lean las condiciones de uso.

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