Prólogo:
No suelo comprar lo sintético.
Capítulo I: El acontecimiento
Encontré esta falda
en mi tienda favorita de oportunidades.....
..... una falda negra, larga, llena de pliegues estrechos.
Me gustaba mucho.
Me la ponía mucho.
Iba con todo, a cualquier sitio, para cualquier ocasión.
Me sentía cómoda.
Me sentía artista.
Digamos que con ella me sentía bien.
(Pero) un día se puso a llover.
Salí con ella.
Me mojé.
La falda se mojó,
(y) todos los pliegues se deshicieron.
Lo tendría que haber sabido.
La etiqueta decía: "Do not wash! Dry clean only!"
Capítulo 2: Insatisfacción
(Yo) quería mi falda de antes.
No me gustaba su nuevo aspecto, su nueva textura.
Capítulo 3: Dependencia..........El tinte
Fui al tinte a ver si me podían ayudar.
(Allí) conté mi historia.
El empleado me dijo que la podría devolver a su antiguo estado.....reconstruir
mi des-construída falda favorita.
Me dijo: "Eso se arregla planchando pliegue por pliegue".
Hizo una prueba. Un intento.
A ver si lo conseguía. A ver cuánto iba a costar.
Lo observé presionando sobre una fila de pliegues.
Me di cuenta que era mucho trabajo.
Oía el vapor caliente.
¡Aquello tenía tela!
(Cuando) acabó,
calculó el precio y me lo dijo.
Sin duda correspondía a su esfuerzo.
(Pero) para mí era mucho. Un experimento costoso.
(Aunque) seguía siendo una ganga.....mano de obra barata,
esfuerzo barato.
Pensé, no le vale la pena.
(Yo) en su lugar, diría: "Lo siento, señora, no lo puedo hacer".
Le dije, "Me lo pensaré. Gracias
por su amabilidad e interés, pero (verá)
no sé si la falda merece la pena.
Quizá(s) me tendría que deshacer de ella.
Quizá(s) me tendría que comprar una nueva.
Gracias, gracias por su amabilidad".
Capítulo 4: Indecisión
Gastar o no gastar.
Limpiar en seco o no limpiar en seco.
Capítulo 5: Decisión
Decidí que no merecía la pena gastar ese dinero.
¿Y si de nuevo me atacaba por sorpresa un chaparrón?
Capítulo 6: Independencia..........El lavado, la reconstitución
Se me ocurrió lavar la falda entera y ver qué pasaba.
No tenía nada que perder, (pues) no me gustaba su estado actual.....más tela que cuerpo
y sin pliegues.
La lavé a mano
con cuidado
en agua fría
con detergente especial para lavado en frío.
La extendí
sobre una toalla, en una fila recta y estrecha.....con todos los pliegues juntitos.
La observé, la vigilé.
Cambié la toalla varias veces.
Tardó días en secarse. Al final se secó, ¡estaba seca!
Los pliegues (por arte de magia) volvieron a estar perfectos.
Otra vez alineada en filas de pliegues impecables.
Como nueva.
Sin planchado. Sin ayuda de terceros.
(Por arte de magia) había recuperado su forma original.
Pensé, qué hábil (que) soy y consideré que la falda ya estaba lista.
Capítulo 7: Prudencia..........una pizca de cuidado
Al día siguiente, me estaba preparando para salir
(cuando) el cielo se nubló.
Amenazaba lluvia.
¿Qué hago, me pondré mi falda rejuvenecida?
Bueno, pensé, si se moja, la lavo, y de nuevo
la arreglaré.
(Pero) ¿y si esta vez no se arregla tan fácilmente? (pensé).
No me la puse.
La dejé a la espera de un día soleado sin amenaza de lluvia.
Capítulo 8: Inestabilidad..........el alargamiento
Llegó el día apropiado.
Comprobé el estado del cielo.
Comprobé el parte meteorológico.
Todo apuntaba a un día soleado.
Saqué la falda y me la puse.
Salí por la puerta.
Me sentía bien y contenta conmigo misma
pero entonces
al bajar las escaleras, tropecé.
Me miré a los pies.
La falda había crecido. Cada vez era más larga. Parecía que crecía.
Hice un doblez en la cintura y seguí bajando.
Parecía estar bien, O.K.
Al rato (de nuevo) tropecé con la falda que no dejaba de crecer.
(Poco) después, una vez más, me sentí enganchada en una trampa de tela.
Miré hacia abajo.
Había vuelto a crecer.
Comprobé la cintura.
Los dobleces seguían allí, le dí una vuelta más.
Otra vez me vi (de nuevo) atrapada en esta masa sintética creciente.
La falda crecía y crecía.
(Y) yo la iba doblando en la cintura más y más.
¡Que pinta más cómica y aparatosa!
Capítulo 9: Perseverancia..........el esfuerzo en busca de una solución
La puedo lavar de nuevo, pensé.
Los pliegues fácilmente vuelven.
Lo que necesito es una solución permanente.
¿Qué tal si la pulverizo con laca del pelo?
¡Qué desastre si se mojara!
La podría usar tal como había llegado a ser y lanzar una moda nueva.
Me podría comprar un par de zancos.
Capítulo 10: Separación..........dispuesta para la adopción
La regalé.
Decidí
que quizá(s) a alguien le gustara tal como había llegado a ser y la necesitara también.
Quizá(s) le interesase a una señora alta realmente alta.
Lo que a mí no me servia pod(r)ía servir a otro(s).
Entrevisté a sus potenciales dueñas.
Una señora llamó preguntándome, "¿Es una falda larga?"
Le contesté: "Bueno, depende de lo alta que sea usted, del tipo de zapatos que use y
si la falda ya ha dejado de crecer".
Epílogo:
Quizás pudiera vestir el mundo con sus crecientes extensiones.