Autodafé
La revista del
Parlamento Internacional
de los Escritores (PIE)
En otoño de 2000 apareció el primer número
de Autodafé, la revista del PIE, publicada simultáneamente
en cinco lenguas por diversas editoriales europeas (Agra, Grecia;
Anagrama, España; Denoël, Francia; G. Feltrinelli, Italia) y la norteamericana
Seven Stories Press. Cuenta esta publicación, que se define como producto
de « la vocación de reactivar el intercambio, hoy coartado por la
censura y también por la hegemonía de los medios de comunicación,
entre escritores de los cinco continentes», con la ayuda de la Dirección
General de la Cultura y la Educación (Comisión Europea), del Ministerio
de Cultura francés (Centro Nacional del Libro), del Centro Regional
de las Letras de la Baja Normandía, y del Gobierno de la Comunidad
Francesa de Bélgica.
Dividida en cuatro partes principales
(El libro de los desterrados, Cartografía del exilio, Crónicas de
amor y guerra y Latitudes, soledades), enmarcadas por sendos textos
de dos «Inactuales», a saber, Hermann Broch y André Breton, la revista
se abre con una cita de Gilles Deleuze: «La salud, como la literatura
(...), consiste en inventar un pueblo que falta», que hace suya en
parte Christian Salmon en la presentación, titulada: «El Parlamento
de un pueblo que falta», en la que recapitula historia y objetivos
del PIE, fundado en 1994. De esos objetivos, el primero era «inventar
nuevas formas de intervención de los escritores en la vida pública
y acabar con las quejas, las denuncias, las tribunas; con todo ese
pathos de la indignación mediática y su retórica humanitaria».
A una lengua politizada, los escritores aglutinados en este Parlamento
pretenden oponer «una ética del lenguaje, una política de la literatura»
que se reconoce heredera de Kafka. Reconoce también Salmon que el
PIE «es una institución muy extraña comparada con las asambleas parlamentarias»,
pues «...carece de poder, de palacio, de archivero mayor». En un texto
que hace las veces de Carta Fundacional de este «organismo», Salman
Rushdie escribió: «Los escritores son ciudadanos de diversos países:
(...), el reino infinito de la imaginación, la tierra medio perdida
de la memoria, las federaciones del corazón, a la vez ardientes y
gélidas, los estados unidos del espíritu, las naciones celestes e
infernales del deseo, y de la que tal vez sea el más importante de
nuestros dominios: la república libre de la lengua». (El subrayado
es nuestro.)
De esa lengua libre dan impresionante
testimonio numerosos autores, entre los que figuran: el afgano Latif
Pedram, Jacques Derrida, Antonio Tabucchi, Salman Rushdie, Russell
Banks, Hélène Cixous, Wole Soyinka, Elfriede Jelinek, Bashkim Shehu
escritor albanés que tras finalizar su estancia en la ciudad refugio
de Barcelona se convirtió en su representante en el PIE, Fernando
Savater y Enrique Vila-Matas, de quien reproducimos en este número
«Escribir es
dejar de ser escritor», el artículo con el que contribuyó
a la primera entrega de Autodafé.
Es ésta, sin
duda, una revista cuya lectura exige una mirada y un tiempo especiales;
denso es el territorio en el que se internan los firmantes de las
colaboraciones, variadas en formato e intención -de la entrevista
al poema, de la reflexión breve a la denuncia, de la crónica sentimental
a la proclama-, e igualmente honda es la reflexión a la que invitan.
The Barcelona Review también invita a sus lectores a penetrar
en ese territorio, en el cual, a diferencia del pintado por Hermann
Broch en las líneas que inauguran Autodafé (trastocando:
«un mundo lleno de voces [en el que] lo que hoy impera es el mutismo»),
los seres humanos hablan y se escuchan.
Parlamento Internacional de los Escritores:
1, allée Georges Leblanc,
93300 Aubervilliers Francia.
E-mail: ipwpie@compuserve.com
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